CLUB DE LECTURA. 29 DE SETEMBRO
Este martes 29 celebramos a segunda reunión do
Club de Lectura deste curso 2015-16. Levamos noces da nova anada. Era o día de
san Miguel e fixemos balance dos escritores (poetas, novelistas, novelistas
gráficos) que levan ou levaron ese nome. Decidimos que san Miguel é un santo
moi literario: Miguel de Cervantes, Miguel de Montaigne, Miguel Ángel Asturias,
Miguel de Unamuno, Miguel González-Garcés, Miguel Delibes, Miguel Torga, Miguel
Hernández, Miguel Anxo Fernán Vello, Miguel Mato, Miguelanxo Prado... Mentres
xantabamos as noces unha servidora relembrou en voz alta unha páxina fermosa da
súa vida: cando eran as vacas gordas e a Administración nos agasallaba con
viaxes literarias... Unha vez fomos subvencionados nun itinerario espléndido
pola vella Galicia Bracarense, e fomos dar á casa humilde en Tras-Os-Montes do
iberista Miguel Torga (e logo continuamos na rexión do Alto Douro á busca
daquel epicúreo cocido na quinta de Eça...) e aló, no adro da casa-santuario do
Torga, mentres unha sabia doutora da Universidade portuguesa nos ilustraba, nós
comungabamos con riquísimas noces do eido, da horta do escritor... Torga e
Hernández son os de orixe máis humilde da ilustre restra de Migueis literarios.
Outros son fidalgos, burgueses ricos, fillos de burgueses... Pero todos
igualados pola arte literaria: grande igualadora.
Pedinlles unha pequena contribución de textos
da autoría dun Miguel. Lucía –fiel ao través dos anos- e Pablo –novo no Club-, foron
os únicos en acordarse. E coincidiron na escolla!
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Por los campos
luchados se extienden los heridos.
Y de aquella
extensión de cuerpos luchadores
salta un trigal de
chorros calientes, extendidos
en roncos
surtidores.
La sangre llueve
siempre boca arriba, hacia el cielo.
Y las heridas
suenan, igual que caracolas,
cuando hay en las
heridas celeridad de vuelo,
esencia de las
olas.
La sangre huele a
mar, sabe a mar y a bodega.
La bodega del mar,
del vino bravo, estalla
allí donde el
herido palpitante se anega,
y florece, y se
halla.
Herido estoy,
miradme: necesito más vidas.
La que contengo es
poca para el gran cometido
de sangre que
quisiera perder por las heridas.
Decid quién no fue
herido.
Mi vida es una
herida de juventud dichosa.
¡Ay de quien no
esté herido, de quien jamás se siente
herido por la vida,
ni en la vida reposa
herido alegremente!
Si hasta a los
hospitales se va con alegría,
se convierten en
huertos de heridas entreabiertas,
de adelfos
florecidos ante la cirugía.
de ensangrentadas
puertas.
(Texto de Miguel Hernández. A elección é de Pablo Solleiro Sánchez, membro do Club de Lectura)
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
As "Nanas da cebola"
Miguel Hernández e Josefina
Manresa tiveron dous fillos. O primeiro, Manuel Ramón, naceu en 1937 e morreu
aos poucos meses. A el dedicoulle o poeta, entre outros, o seu poema “Fillo da
luz e da sombra”. O seu segundo fillo, Manuel Miguel, nace en 1939, pouco antes
de que Franco declare terminada a guerra e Miguel Hernández sexa apresado tras
tentar fuxir a Portugal. No cárcere, e
como reflicten os poemas do Cancionero e romancero de ausencias, debatese entre
a impotencia, a desesperación e a ilusión, aínda que sexa dolorosa, o recordo
da súa pequena familia, que sofre fóra a
dureza e a pobreza dos primeiros
anos da Posguerra.
Cando Josefina mándalle esta foto
do pequeno con sete meses, escribe Miguel:
"Non pasa un momento sen que o mire e ríame, por moi
serio que me atope, vendo esa risa tan fermosa que lle sae diante dos
cortinones e encima do catafalco ese en que está sentado. Esa risa súa é a miña
mellor compañía aquí e canto máis a miro máis encontro que se parece á túa. E
os ollos, e as cellas e a cara enteira. Este fillo noso, por quen non debes
perder o ánimo e a confianza nesta vida, é máis teu que meu.
O outro era máis meu..."E cando Josefina escríbelle
contándolle que só pode alimentarse con pan e cebola (facendo trágicamente
realidade a frase aquela de
"contigo pan e cebola"), din que Miguel "permaneceu
recluído, cunha gran depresión, nos dormitorios, sen saír ao patio da prisión.
Despois de dous días de "autoreclusión", apareceu no patio e recitou
de memoria este poema aos seus compañeiros...". O poema, que logo enviaría
á súa muller, son as súas "Nanas da cebola"", segundo Concha
Zardoya, "as máis tráxicas cancións de berce de toda a poesía
española". Porque era difícil pensar que unhas cancións de berce puidesen
chegar a ser tan tráxicas.en toda a poesía latexa, á beira da dor polo cárcere,
e a soidade, e a ausencia, e a miseria, e a fame, esa alegría que rodea
inevitablemente a evocación dun neno, do seu neno, que era para Miguel o único
futuro posible, a única esperanza, a única alegría, a única liberdade, a única
vitoria entre tanta, e tan amarga, derrota.E todo no mesmo poema, que, ademais
de ser un testemuño vivo da traxedia e as dores da guerra.
LAS
NANAS DE LA CEBOLLA
La
cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.
.
Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te traigo la luna
cuando es preciso.
.
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en tus ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que mi alma al oírte
bata el espacio.
.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
.
Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!
.
Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.
.
Ser de vuelo tan lato,
tan extendido,
que tu carne es el cielo
recién nacido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!
.
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
.
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa ni
lo que ocurre.
.
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.
.
Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te traigo la luna
cuando es preciso.
.
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en tus ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que mi alma al oírte
bata el espacio.
.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
.
Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!
.
Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.
.
Ser de vuelo tan lato,
tan extendido,
que tu carne es el cielo
recién nacido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!
.
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
.
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa ni
lo que ocurre.
.
(Texto poético de Miguel Hernández. Texto en prosa e selección do poema a cargo de Lucía Blanco Miguéns).
Ningún comentario:
Publicar un comentario